Inicia un nuevo año y con este también llegan muchos retos, metas y objetivos personales. Si bien muchos se centran en bajar de peso, hacer más ejercicio, o aprender una actividad nueva, hoy queremos proponerte el que puedas centrarte en tu salud mental durante este 2023.

A propósito del Día Mundial de Lucha contra la Depresión, que se conmemora el 13 de enero, y el conocido Blue Monday, conocido por ser el día más triste del año (16 de enero); Herbalife Nutrition comparte algunas acciones que puedes empezar a implementar para mejorar el bienestar mental a largo plazo.

Cada uno de nosotros puede fortalecer su conocimiento y habilidades individuales para comprender y cuidar la mente. Si bien los cuadros de salud mental se pueden tratar combinando terapia y medicamentos, los estudios demuestran que una nutrición equilibrada, realizar actividad física regular y tener un mayor apoyo social pueden ofrecer soluciones significativas.

A continuación, te explicamos estos tres puntos con más detalle:

    • Vínculo entre la nutrición y la salud mental: Lo que comemos no solo alimenta nuestras células cerebrales, sino que nos da placer en la vida y puede ayudarnos a mantener un estado de ánimo estable. Los científicos nutricionales descubrieron que los alimentos que comemos pueden tener efectos mucho más complejos en nuestro estado de ánimo y temperamento. Aquí es donde puede ayudar una dieta antiinflamatoria con muchas frutas y verduras de diferentes colores, pescado y cereales integrales ricos en grasas saludables y fitonutrientes. Según un estudio publicado en el Journal of Nutrition, una dieta saludable con propiedades antiinflamatorias puede ayudar a prevenir los síntomas depresivos, especialmente entre fumadores, hombres o personas sedentarias. Asimismo, existe un vínculo entre la dieta mediterránea y un menor riesgo de depresión. Esta dieta incluye un alto consumo de frutas, verduras, frutos secos y legumbres, apoyado por un consumo modesto de pollo, huevos y lácteos, y la ingesta ocasional de carne roja.

Recuerda además que, los problemas intestinales también pueden afectar el estado de ánimo. Aumentar las bacterias beneficiosas en el intestino a través de probióticos, prebióticos o cambios en la dieta puede mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Las investigaciones demuestran que el cerebro no solo es “consciente” de nuestros microbios intestinales, sino que estas bacterias pueden afectar nuestra percepción del mundo y alterar nuestro comportamiento.

    • Actividad física: Esta puede tener un impacto positivo en la salud mental. Según la Clínica Mayo, la actividad física libera químicos que producen bienestar en el cerebro y, combinados con un aumento de la temperatura corporal, pueden calmar el cuerpo y la mente. Los beneficios psicofísicos de la actividad física también pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Además, la actividad física puede ayudar a prevenir recaer en ansiedad y depresión después de mejorar.
    • La interacción social: Este es un ingrediente importante para la felicidad y el bienestar. La evidencia demuestra que existe una relación entre lazos sociales fuertes y una vida más larga, además de protegernos contra la depresión a cualquier edad. Se dice que el apoyo constante de los padres brinda protección contra la depresión a niños y adolescentes, mientras que el apoyo conyugal hace lo propio en adultos y adultos mayores. Mantener una actitud abierta y hablar sobre enfermedades mentales comunes como la depresión y la ansiedad puede ayudar. Compartir conocimiento y experiencias, hablar con alguien que padece estas enfermedades o participar en actividades de promoción y concientización puede aliviar el estigma y la discriminación en la sociedad.

A nivel individual, podemos tomar medidas positivas para proteger nuestro bienestar mental y ayudar a las personas que forman parte de nuestro círculo de influencia. Entre ellas, podemos mencionar adoptar mejores hábitos de nutrición o estilo de vida que eventualmente mejoren el estado de ánimo. A nivel colectivo, el poder de un sistema de contención social tiene el potencial de transformar la salud y el bienestar de comunidades enteras y, a su vez, generar todo tipo de beneficios. Contar con comunidades más saludables significa tener menos problemas de salud, una fuerza laboral más productiva y mayores ahorros en los costos de atención médica.