Este artículo lo dedicaremos a la Ética, palabra muy utilizada en el campo de la venta directa y que se convierte en nuestro símbolo de acción diario, en cuanto a las relaciones que maneja cada una de nuestras compañías asociadas con el resto de actores de su gestión. Pero, ¿Qué es la Ética?, según conceptos varios y relacionándolos entre sí, podemos decir que, no es más que el conjunto de acciones y comportamientos basados en valores morales que determinan un actuar en el bien, en hacer las cosas correctamente, en el plano del puro respeto a la Sociedad y comunidad en general. La Ética es una disciplina del ser humano, que fundamenta racionalmente, lo que “debe ser”, aquello que implica responsabilidad por hacer algo, alcanzando lo bueno, lo correcto, lo derecho, lo recto. En definitiva, hacer las cosas bien, de una manera correcta, con respeto, con preocupación por los demás, protegiendo a quienes están en el entorno de un negocio, para que nadie pueda salir perjudicado de un error moral, provocado por el actuar de otros.
La Ética puede ser sustantivo o puede ser adjetivo.
La Ética, como sustantivo en la venta directa, está basado en un conjunto de principios y deberes, detallados en el Código de conducta de nuestras asociaciones. Quienes lo siguen, aseguran un comportamiento correcto y moral, en el cual, la otra persona o compañía, tiene que ser considerada y respetada, como un socio o colega estratégico, para el desarrollo de todo un sector. Cualquier falencia ética de la una, perjudica a todas.
En cuanto a adjetivo, la persona ética, asume su responsabilidad y responde por sus actos, enfocando su actuar siempre en aquello que es correcto y bueno. Una persona ética actúa siempre con valores morales, principios éticos, virtudes y normas, en los cuales, el respeto hacia los demás, es el principal pilar de su comportamiento. Una persona ética es “íntegra”, pues no puede haber medios éticos o éticos sólo en ciertos aspectos. Si es ética, lo es en todo.
El Código de Ética de la Venta Directa promueve la correcta y sana relación entre las empresas del sector; el justo trato y correcta relación comercial entre las compañías y las y los empresarios independientes y, la protección del consumidor, además de otros factores que rigen la correcta conducta de todos los actores de este sector. Las asociaciones de Venta Directa, cuentan con un administrador independiente del Código, quien puede actuar como un “amigable componedor” o facilitador de una buena y ética relación entre los diferentes actores de este canal, en cada uno de nuestros países. Toda empresa miembro de una asociación de Venta Directa, debe sujetarse al Código, como condición para su aceptación y permanencia dentro del Gremio. En adición, existe el Programa de Certificación promovido por la WFDSA (World Federation of Direct Selling Association), gracias al cual, y luego de cumplir algunos requisitos, las empresas pueden certificarse en dicho Programa. Como en ningún otro canal, gremio, sector, la Venta Directa se ha convertido en una clara referencia y modelo a seguir, de lo que es el enmarcarse estrictamente en un ámbito de autoregulación, y lo hacemos con mucha fuerza.
Consideramos que, a esta fortaleza que tiene este sector, se le debería dar mayor visibilidad, pues refuerza la imagen y excelente reputación del canal, un tema en el cual, se amerita trabajar.
Hoy la ética es rentable, pues los nuevos consumidores y potenciales empresarios y empresarias independientes, buscan productos, marcas, empresas y negocios, que comulguen con la ética, que generen cadenas de valor y que tengan siempre un propósito detrás de sí. Si la Ética es nuestro valor principal, es hora de darle el espacio que merece, en el nuevo escenario del tan competitivo mundo empresarial y de los negocios, cuyo centro universal, siempre será el ser humano, como su principal capital.
María Fernanda León – AEVD – Ecuador