No sólo en el Ecuador sino en el mundo entero, muchos de los jóvenes, entre 18 y 35 años, la generación millenials y también centennials, cuando se gradúan de la universidad, no necesariamente consideran que el conseguir un empleo bajo nomina sea una de sus metas y objetivos. Cerca de un 70%, de acuerdo con varios estudios sobre los intereses de estas generaciones, busca convertirse en “emprendedor”, ser su propio jefe, tener flexibilización de horarios para poder dedicar su tiempo, no solamente a sus actividades de trabajo, sino a otras de índole personal, como el deporte, continuar los estudios de postgrado como una maestría, hacer música, viajar, reunirse con sus amigos, entre otros. Si encuentran un trabajo que les demanda más de 8 horas laborales, fácilmente se aburren o sienten que su vida pierde sentido, al dedicar sus horas más productivas de su jornada, a actividades que no siempre se retribuyen en una realización personal.
Se trata de generaciones que buscan cierta independencia con su tiempo, para que éste pueda estar orientado a actividades que les brinden resultados que les permita trascender en su vida. Es por eso que, en estos tres últimos años, los jóvenes le están apuntando, en el mundo, a la Venta Directa, como una vía o un canal para lograr su realización personal y, al mismo tiempo, profesional.
Los jóvenes dentro de la Venta Directa, no se convierten en meros “vendedores”, sino que pueden llegar a ser grandes líderes de redes de gestión de negocios. En este sector, se puede aplicar los conocimientos y preparación universitaria, incluso asumiendo a este canal, como una de las mejores plataformas para desarrollar aquellas prácticas o pasantías profesionales que se requieren para la obtención de un título. En este mismo sentido, los jóvenes, sin estar bajo ninguna subordinación laboral o mandato de alguien, pueden darse el lujo de fallar, de cometer algún error de principiante, hasta de fracasar, lo cual implica un capítulo más de aprendizaje dentro de su preparación y entrenamiento en la fascinante y cada vez más necesaria actividad del emprendimiento. Además, al estar compuesta la Venta Directa por una diversidad de generaciones, como los baby boomers, los X, entre otros, a los jóvenes les permite compartir y aprender de las experiencias de otros empresarios independientes y aportar al mismo tiempo con su preparación, lo cual convierte a esta industria en toda una escuela que enriquece la propia experiencia de los jóvenes.
En adición, los negocios de gestión en Venta Directa otorgan a los jóvenes, paralelamente, incluso mientras estudian, la experiencia que tanto necesitan y solicitan quienes son reclutadores de talento humano, en el caso de que luego aquellos necesiten enrolarse en una empresa, como parte de su personal.
En definitiva, la nueva ola de gestores de este canal, son efectivamente los jóvenes, tanto en el Ecuador, como en el mundo. Se trata de un fenómeno mundial que está apoyando a la juventud en momentos en los cuales, ante una recesión económica provocada por situaciones como la de la pandemia y que cierra oportunidades laborales para mucha gente, se abre como una excelente opción para convertirse en empresario, y en todo el sentido de la palabra.
Las puertas del canal de la Venta Directa, siempre permanecen abiertas para todo aquel quien quiera emprender un negocio propio, aprender del mundo empresarial y buscar una actividad que permita cumplir metas, pero sobre todo, los sueños de la gente y muy particularmente, de los jóvenes.
ALGUNOS DATOS DE INTERÉS
- En Ecuador, apenas el 11% de la población tiene más de 60 años.
- Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), de los 17,5 millones de las personas que viven en el país, hay 1,9 millones que superan esa edad.
- El 38% de la población en Ecuador está conformada por niños y adolescentes.
- El 31% son adultos jóvenes, es decir, personas entre 20 y 39 años. Y el otro 20% tiene entre 40 y 59 años.
- Eso significa que el 69% de la población del Ecuador es joven.
Fuente INEC
Artículo elaborado por: María Fernanda León, Directora Ejecutiva AEVD